La Fundación Cousteau se suma al Corredor Biológico Mundial para unir mares y océanos
Además de sumar fuerzas, con esta alianza se da continuidad al legado del fundador de la Fundación, el comandante Jacques Cousteau, “descubridor del mundo submarino, defensor de los océanos y del derecho de las generaciones futuras”, ha destacado el presidente del Comité Internacional del Corredor Biológico Mundial, Jorge Extramiana.
El kilómetro cero del corredor biológico mundial de los océanos se fijó el santuario para ballenas de Europa, ubicado entre Tenerife y la Gomera; en tanto que el de los zifios es la isla de El Hierro y el del Pacífico es la isla de Pascua.
Los océanos son un elemento esencial en la cadena de la vida del planeta, en el medio acuático se desarrollan parte de los ciclos vitales de millones de criaturas esenciales que se desplazan junto a las masas de agua por los cuatro puntos cardinales del planeta, ha destacado Extramiana.
Además, en los océanos se producen procesos químicos, físicos y termodinámicos que dan lugar a las corrientes marinas que determinan diferentes agentes meteorológicos “hoy fuertemente tensionados por el desarrollo económico e industrial”.
Pese a su importancia, la ciencia no ha conseguido evaluar los efectos acumulativos de las actividades humanas en los océanos y sus consecuencias en términos de contaminación, de calentamiento o de acidificación, “aunque si empezamos a vislumbrar las consecuencias perturbadoras sobres los ecosistemas y la biodiversidad a nivel global”, ha lamentado.
La Fundación Philippe Cousteau “Unión de los Océanos” nace el 18 de junio de 1999 por iniciativa de su fundador Agustín Menéndez Prendes-Santarúa, con el apoyo del Comandante Jacques Cousteau, de la Familia de Philippe Cousteau y del grupo promotor que acompañó a su fundador durante más de veinte años en sus iniciativas humanista